miércoles, 19 de septiembre de 2012

Otra vez.


Otra vez no. Otra vez con mi cara al descubierto y posando las manos sobre un corazón racional. Otra vez no. Otra vez me hiciste llorar.

De otra manera, habiendo probado la carne de la debilidad, me siento frágil y rota, abatida por una estupidez que siento que ahora es propia de mí. ¿Por qué enamorarme de quién se enamora de mí?
¿Por qué renunciar a mis principios si sé lo que me puedes dar? Otra vez no, por favor.

De nuevo me veo al borde del abismo y caminando a ciegas, sobre un hilo que cuelga de tus ojos, porque pendo de una rama seca y sin raíz, porque los sueños no son sueños si con la justicia se destruyen...porque amar es parte de mí y no se puede borrar. Otra vez me hiciste llorar.

Porque otra vez me siento desahuciada y sin dueño, me agarro a lo que tengo, a lo que me ofreces. Me atengo a lo que tenga que pasar, a lo que tenga que sufrir, pero tú....me has puesto del revés aún sabiendo que no sabría sostenerme después. Otra vez me has roto, pero no te lo mostraré.

Qué ironía que una mentira me haga feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario