sábado, 8 de septiembre de 2012

Amanece, que no es poco.


"Amanece, que no es poco"

Hemos amanecido hoy a la par el día y yo. La sensación de desasosiego ha desaparecido después de una semana acompañándome. Me noto adormilada y tranquila...el insomnio aún no me da tregua. El corazón bombea a su ritmo normal y el pecho no arde en un nudo que no me deja respirar como días atrás. Sin abrir los ojos pienso en tí y en lo que ha pasado. Evito la mecánica de días atrás, he aprendido que el dolor se cura cuando ya no importa el agravio. Aún duele. Pero el ánimo y la cordura me arrastran hoy para llevarme a su terreno y me he sorprendido sonriendo levemente, he comprendido que quizás tú estés peor que yo y que quizás ya no tenga tantos motivos para odiarte. La luna la empujaste fuera de tus noches.

Abro primero el ojo izquierdo. Estoy tumbada hacia el lado de la ventana. Nunca tuvo persiana, y entra el rayito de sol que estaba esperando...amanece, que no es poco. Gracias a la vida por nuevas oportunidades, gracias a la adversidad por hacerme más fuerte y gracias al amor por hacerme perdonar por dentro lo que por fuera aún me cuesta reconocer. Que te quiero incondicionalmente.
La realidad es la que nos pertenece y a ella hemos llegado por unos derroteros erróneos...quizás en otro lugar o en otro momento podamos acompañarnos en el camino, quizás la vida nos reserva un instante para nosotros...pero no es en este amanecer. Sigo mirando adelante a pesar de ver tu vacío.
Jamás he renunciado a mis sueños y mis metas...me queda recorrido. No renuncies tú tampoco. El perdón llama a tu puerta, ábrela.

No hay comentarios:

Publicar un comentario