lunes, 11 de junio de 2012

Beso.



Pues sigo en tus brazos, advirtiendo que nunca fui buena dando besos y que nunca sentí que este momento fuera mío. Ni por asomo. Pero pronto me he relajado y me he acobardado. Mi semblante debe ser lo que menos te gusta de mí ahora, con el mohín encojido por la sorpresa de hallarme de ti a la distancia de un abrazo. Me siento fluir con el vaivén de tu boca susurrando, con el sonido perfecto de tu lengua cuando chasquea contra los dientes, tu sabor se me hace eterno y la espera, me desespera. Tus manos han entrado como rayo a sujetarme la cintura y mi respuesta es ésta que ves, mi sumisión completa relegada a un instante de puro nervio. Ansiosa estoy por rozar tu mejilla, por inclinarme hacia el deseo incontrolado de cogerte el pelo, apretar contra mí y fundirme contigo acompasadamente, mezclando salivas y rozando los bordes. A pesar de mi torpeza, a tenor de mi inexperiencia, a favor de la corriente. Me fascina tu contacto, alucino con tus caricias....mi pequeño caudal de apetito rebelde.

4 comentarios:

  1. Querida pomelo: gracias por comentarme, este mes me siento muy perdida, tengo muchas cosas que escribir y sin embargo no me sale nada derecho, con un poco de suerte publicare algo pronto. Me ha echo ilusión que me recuerdes, yo te leo cada vez que entro en blogger (que no es tanto como me gustaría) espero que sigas escribiendo con tanta pasión porque me encanta. Un abrazo :)

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    1. Tus relatos son los mejores en mucho tiempo, preciosa...no te pierdas, pero si lo haces, la luz de mi farola sigue encendida!!

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