miércoles, 16 de mayo de 2012

Soborno.


Una oda por cada palabra que me ha quedado por decir. Un soborno por cada beso que se estampó contra tus muros. Una pedida de libertad con todo su poder, una mala gestión de la verdad, un horrible sudor recorriéndome por la espalda...con toda mi rabia lo grito, con toda mi sed lo busco...más espacio hacia mi propia terapia....acúsame hoy de lo que no hice y no dije. Admito lo que me pidas. Actúo como tu muñeca enfadada, de uñas en defensa y mirada cada vez más fina. Te mueres por evadirme, te fijas en lo insólito y me buscas las cosquillas.
Una canción por las horas de dolor, un himno a la miseria en mi mente, una esquina para rebelarme en mi locura, necesito aguantar la furia franqueándome el pecho. Unas manos bajo la mesa que se desvían para tocar imparcialidades, mitades deshechas de algo que no existe y que no tiene fruto...mis pies se han cansado de seguirte a ninguna parte. Porque en mi soledad infinita renazco para ser distinta, más fuerte, más salvaje, más punzante....menos entregada, menos estúpida.
La esperanza la perdí de recuperarme de este tormento, mi sombra ha sido y cosida a mí, viaja conmigo. Ni una ni mil palomas se lo llevarían.

No hay comentarios:

Publicar un comentario