miércoles, 23 de mayo de 2012

Me concedo.




Me doy una tregua indefinida de paz y de descanso, en la que la protagonista voy a ser yo y sólo yo. Alguien me enseñó hace poco a disfrutar de los atardeceres solitarios en la playa, a la brisa fresca de la alta montaña plagada de luceritos y al amanecer desnudo de un refugio en mitad de la nada.
Me concedo el tiempo que se me está ofreciendo, para resurgir como el ave fénix de los restos que dejó nuestro fuego, para volver a sentarme tranquila al borde de la vida que quedó aparcada, para dar más y mejor de mí a todo aquél que se lo merece. Me lo impongo para el resto de los restos. Te prometo que me cuidaré, que estaré bien, que tendré sueños y nuevas metas, que te pensaré y que nunca te olvidaré. Ese rincón que tú y yo sabemos seguirá estando en el mismo lugar, preparado para renacer,  reservado para cuando queramos seguir tirando del hilo, sin enmadejarlo...sin reliarlo. Siempre, a sangre y fuego.

3 comentarios:

  1. Qué bonito Malacitania!!! :)

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  2. He conocido el blog a través de Ami, me gusta y por aquí me quedo. Un saludo

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  3. He conocido el blog a través de Ami, me gusta y por aquí me quedo :) Saludos

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