viernes, 27 de abril de 2012

Bomba de relojería.


Vuelvo a meterme en el papel de la estúpida que no sabe dirigir su vida, la tonta que se deja vencer por deseos y miedos...me he convertido en mi propia bomba de relojería a punto de estallar, cuando contengo lo que llevo dentro. ¿Cómo recomponer los pedacitos? Cada vez es peor, nunca vuelvo a ser la que era, como cuando comenzó a hilarse esta historia y no hubo un "después" antes del "antes" ni un "antes" después del "después"...y #lavidasigue, como si eso fuese fácil (ah, para ti sí lo es, no estábamos al mismo nivel).
Ni fijaciones ni marcas me ayudaron para que yo acabara siendo una más...yo queriendo dártelo todo y tú con tus miras hacia otro lado. Me precipité, como siempre hago, con el precipicio bajo mis pies y dándome coba, por tonta seducida he llorado en mis adentros, por rota me he perdido por los rincones mi casa, por desconsuelo he tenido mis horas de soledad, por iniciativa propia y por el margen que me permití, el error más grande que pude cometer...y yo sabiéndolo, lo hice mío.
Al final, la explosión nació y murió conmigo, no la he compartido ni la he querido hacer ver, y esto ha acabado siendo la página en blanco de una moleskine llena de recuerdos y sentimientos invisibles e imborrables, una sarta de mentiras hechas para mí, un escalón alto para hocicar y un "nunca más" ensartado con lágrimas de noche fría y corazón encojido.
Hoy me digo hasta luego con el ánimo pequeño y los nervios destemplados, un #hastaluego con la boca cerrada por temor a un adiós...<lloraré mares por las cosas que no salen bien>.

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