miércoles, 20 de noviembre de 2013

Razones

Te echo de menos,
le digo al aire,
te busco,
te pienso,
te siento
diciendo que como tú no habrá nadie.
Y aquí te espero,
con mi cajita de la vida,
cansada,
a oscuras,
con miedo
y este frío nadie me lo quita.

Tengo razones para buscarte,
tengo necesidad de verte,
de oirte, de hablarte.
Tengo razones para esperarte
porque no creo
que haya en el mundo nadie mejor a quien ame.
Tengo razones, razones de sobras
para pedirle al viento
que vuelvas aunque sea como una sombra.
Tengo razones para no quererte olvidar
porque el trocito de felicidad
fuiste tú quien me lo dió a probar.

El aire huele a ti,
mi casa se cae porque no estás aquí,
mis sábanas, mi pelo, mi ropa te buscan a ti.
Mis pies son como cartón
que voy arrastrando por cada rincón,
mi cama se hace fría y gigante
y en ella me pierdo yo.

Mi cama se vuelve a caer,
mis flores se mueren de pena,
mis lágrimas son charquitos
que caen a mis pies.
Te mando besos de agua
pá que bañen tu cuerpo y tu alma,
te mando besos de agua
pá que curen tus herodes,
te mando besos de agua
de esos con los que tanto te reías.

jueves, 10 de octubre de 2013

Mi pequeña estrella.

Mi pequeña estrellita ahora brilla más que nunca sobre mi cabeza, arde más que nunca en mi corazón, ilumina mi camino claramente. Mi pequeña estrellita estará siempre siempre a mi lado, en mi mente y en mi alma.
 
Hoy he enterrado un tesoro de valor infinito, no de piratas...sin joyas ni oro. Hoy he enterrado a mi pequeña estrella. 
"tú juega siempre y corretea entre la hierba, que yo te vea saltar, que yo te vea crecer...porque en mi corazón sigues aquí conmigo para siempre"
"ven conmigo, donde yo estoy, a mi lado y dame esa paz que necesito, dame esas fuerzas que me faltan...dame tu vida que yo te la cuido" 
"muérdeme y aráñame, hazme daño...no me importa ese dolor"
"me duele que me hayas dejado sola, que te hayas marchado, que me ahogue la pena"
"mi pequeño tesoro de patitas blancas, piel suave y ojos brillosos"
Allá donde estés, te vienes conmigo, te llevo a mi abrigo. Te quiero. 

miércoles, 13 de marzo de 2013

El año que nos separó.

Recuerdo aquel otoño de 1995 vagamente a veces, los días de sol que hicieron a finales del mes de septiembre y de los nervios enjugados de la novedad y la incertidumbre. Comenzaban los cambios, arraigaban las ideas, empezábamos a formar una familia de muchos miembros, pero de cinco destacados. Nacía así la tremenda amistad que aún nos une lejanamente desde el año que nos separamos.

Recuerdo perfectamente a M.J. contando batallitas, a todas haciendo un corrillo en el césped, las vidrieras salpicadas de barro en su base y los cuchicheos por las esquinas de ladrillo visto cubierto de hiedra...nuestro batallón de niñas haciéndose mujeres preparado para abrirse al mundo como los pájaros que aún no han volado.

Y me acuerdo de las noches en vela a la luz de un flexo, las inocentadas de las más veteranas, los importunios de las envidiosas, las horas compartidas siempre delante de un libro, un plato o un recreo sentadas en el patio...las partidas de cartas, aquella torta que me pegó P. (la mejicana) a las 8 de la mañana, aquel regalo que me hizo E. por San Valentín....la voz cansada del tutor pidiéndonos orden...(cómo me acuerdo de G. y sus reuniones diarias, de la disciplina y de las horas de estudios).

Esos cuatro años, de niñas a mujeres, de semiclausura, de viernes haciendo la maleta, de risas en la lluvia, de clases confidentes, de domingos recogidos y charlas hasta las tres de la mañana...casi se pierden, casi se olvidan el año que nos separamos...pero aún viven aquí, en mis noches, en mi vida, en mis huídas y mientras sean recordadas seguirán vivas. Tanto que os quiero más que nunca, tanto que se me antoja imposible juntarnos...pero yo quiero que volvamos a estar unidas, porque fuimos como hermanas, yo la más pequeña, yo la más olvidada.

Recuerdo aquel verano de 1999, cuando pasamos página. Ese fue el año que nos separó.

lunes, 18 de febrero de 2013

La ausencia.

Basta con no mirarte o con perder los ojos a la deriva, dispuesta a caer en la sinrazón de los vivos cuando se sienten muertos, pero no puedo ignorar que tu ausencia se ceba con mi desgracia. Te sabes importante y lo eres, sólo que no quiero engañarme a tu suerte. Por una vez quiero ser sincera aunque no sea conmigo misma. Me causas pleno deseo.

Quiero perderme, saberme adulada y empujada al feroz cortejo de palabras, sin temores...despojada y desterrada a la oscuridad de tu color negro, a la frialdad de tus muros cuando chocan con los míos. Un cortejo que acabará matando algo si es que lo hubo, terminará con su semilla si es que existió. ¿Para qué? Para renacer, para sembrar la duda de cuantos pendemos de ella, de la duda, de los miedos y rencores. Y sigo sin ser tuya. Mi yo más fuerte, mi semblante abrumado, sumergido en cañones de risa púrpura, se esconde bajo el escudo infinito de la soberana calidez de tus labios y el frío martir que piso como suelo. Todo se desmorona y cae sin remedio. No soy capaz de contenerme. Soy arrogante y altiva, pero sin complejos me agacho como un perrillo detrás de su amo.

Tu libertad no se hace a la mía, mis puños se aprietan solos sin que yo pueda retenerte entre ellos. Es tu ausencia que me mata aún, cuando estás esquivo o no sales a mi encuentro...cuando pasa el tiempo y no consigo echarte de mis tormentas. Cuando pasan las horas y tú no estás en ellas.
Es entonces cuando llega el desconsuelo, cuando descargo vientos y tempestades...más allá de la calma.

Tu corazón ya va a otro ritmo y desenfunda la garra temible de los que no la conocieron, de los que cayeron a destiempo, sin embargo, yo aguanto el peso de ese temblor que te causa y que sin querer hace daño, me dueles, me palpitas. Pero con saña me arrebatas la dulzura, me haces caer al instinto, se vuelvo básica y todo recupera otro sentido, pendo de un hilo enganchado en tus manos. Es tu ausencia la que me tiene loca. Es tu no reconocida actitud la que me confunde, eres tú el que hipnotizas mis horas y deshaces mi vida en argumentos de poca monta. Eres tú el que me ha dado un vuelco, a mí y a mis directrices. Si no te conozco. Si jamás te he visto ni tocado. Si posiblemente nunca te tocaré.

martes, 18 de diciembre de 2012

Evaporada.


Extraviada entre los cánticos del cuerpo, es mi momento de hibernación sucumbida a las fauces de la niebla cuando penetra para hacer daño. Y yo no la dejo. Como el error invocado por el desorden de una mística fuente, un laberinto aplastado de uno mismo en confrontación con la imagen del espejo: el todo y la nada. Así te viste el murmullo de mil sombras tan oscuras que ni tú mismo te ves en tus propias mentiras. Nada escapa a lo vano y lo fiel se torna senil y quebradizo. Y a tu lado sientes que tienes la confrontación personificada, el volumen de un ser que se mueve como un objeto, deambulando sobre el suelo de mentiras que le has construído. Con un vástago de miseria...sabes lo que haces y lo haces mal.
Evaporada al calor de lo que queda y asfixiada en un hueco donde supe meterme a tiempo, antes de tu muerte y tu desdén. Me desplazo lamiendo las huellas que me inventaste, me revuelco en las sábanas ajadas que dejaste en la habitación de tres. Acostumbrada al vacío inmenso que dejan tus brazos cuando sueltan lastre. Oh! Abandonada, como diría mi Neruda más sincero.

domingo, 14 de octubre de 2012

La noche estrellada.


"En aquella época, el futuro remoto era algo indefinido, no sabía qué nombre dar a mis vanas ilusiones. Solía estar sola, deambulaba por calles interminables, y cuando se levantaba el viento me sentía como la hojarasca. Contemplaba el cielo estrellado, deseando saber si habría alguien en algún lugar del mundo encaminándose hacia mí. Era como la luz, que va de una estrella a otra....Luego apareciste tú. Y después nos separamos. Esperábamos la juventud, pero nos equivocamos el uno con el otro"

martes, 2 de octubre de 2012

No puedo olvidarte, ni quiero.

"LLevo toda la vida buscándote".


Así rezaban tus premisas. Así empezabas a hipnotizarme. Así es como sucedió y yo ya ni me atrevo a contarlo, ni a nombrarte, ni a pensarte. Así de conquistada me siento sin haber empuñado un arma para destruirme, sin haber luchado por conseguirme...así de perdida me encuentro.

Así se comprometían tus manos. Así callaban tus labios, al final de un beso. Así es como pasó y no soy capaz de verlo, no me permito soñarte ni adorarte. Así de empeñada resulto patética, así de vencida me quedo aún sin existir guerras...así de sola me temo.

jueves, 27 de septiembre de 2012

The beginning.

Éste es un reto en la escala de lo imposible, un amañado truco de verbos y concatenaciones nominales, a pudiendas de ser y estar en el mismo sitio sin cambiar de hábitos o sin parar de luchar por los sueños no vividos o impedidos.
Éste es el comienzo. Yo soy, yo puedo.


Era la noche más fría de marzo. Llovía a mares y el cristal se empañaba con mi respiración. A través de la ventana podia ver a lo lejos una luz titilante señalada por mis dedos, un resquicio de una lumbre que parpadeaba en la inmensidad de la negrura. Era un reflejo de un fugaz deseo, un recordatorio de que en este mundo no se está solo, hay más gente perdida en el vacío de esta oscuridad esperando a salir de ella. Las gotas se llevaban consigo, como en una riada,  los pedacitos de alma que salían de mis ojos. Ningun ruido parecía clavarse mis oídos. Era mágico y trágico a la vez. Esa penumbra que a todos alguna vez nos ahoga se desgañitaba en un vendabal, asolando el espíritu de los valientes vencidos, de mi misma a la sombra de la tormenta y tras los vidrios que me protegían. Pero el frío calaba y dolía como mil huesos fracturándose, como mil corazones rotos, como mil espejos clavándose en las manos. Anhelaba un poquito de calor. En mi boca, el sabor amargo de las promesas imcumplidas, que a sorbos me tragaba y que sin querer endulzarlos, venían a mi paladar como las desgracias que nunca vienen solas.
Tras de si dejaban un hálito de lucha y humildad, una pátina de retiradas cuando la fe ya ha pasado por la guerra y arrasa con los inocentes. Quizás no fue justo, quizás fue severo, pero ahí fuera sabía que exisitían puños como los míos, pechos henchidos de conciencias tranquilas como la mía y sensibilidad a raudales. Personas con ansias de mejorar, de hacer historia, de dejar huella...de vivir en definitiva.
Aquel ventanal me separaba de mis metas, aquel tazón de aquéllo que sabía a rayos me impedía saborear las ofertas que en meses me había estado negando, aquella lluvia era un regalo cuando yo estaba deseando mojarme...quería empaparme de mi propia vida.Y aquella luz a lo lejos me esperaba para volver a tomar el control de todo, sin ambajes y sin lastres, con todos mis pesos quitados de encima, para ser nuevamente yo resurgiendo, más fuerte y más sabia. Aprendida en la lección. Es un comienzo y por ahí voy a ir soltando amarras. Tras la noche llegaría el día y tras la ventisca, llegaría la calma, bendita y añorada.

El poder de cambiar el curso del destino depende de nosotros mismos y no de la providencia.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Si te pierdes hoy....contigo va tu fuerza.


Esta canción es impresionante, de la B.S.O. de Spirit.

Toca ya el clarín
Solo para mí
No cambia el tiempo que…
Recuerda bien, lo que yo fui.

No puedo seguir
Ya no sé empezar
En mi corazón,
todo es soledad.

Soy soldado, malherido
y debo abandonar
Todo acabó, aquí
aléjame, o déjame morir.

Toca ya el clarín,
todo me da igual,
no hay ni un camino
que me lleve a algún lugar.

Sin una luz, yo tengo miedo
de desesperar, de desistir
y al fin no continuar.

Y desde allá,
alto en la distancia,
una voz dentro, recuerda tu verdad.

Si te pierdes hoy,
contigo va tu fuerza.
Toma tu valor,
recuerda tu verdad.

Hay un soldado en ti
que lucha en la batalla
por la libertad.

Esa es tu verdad.

Como un cenicero.


Bastaron las chispas de dos pedernales chocando entre sí para reducirlo todo a cenizas. Bastaron sólo dos encuentros...dos estampidas contra el muro férreo que acabamos forjando.
Se dilataban las venas al paso de la aparatosa sangre, fluyendo distendidamente entre una red y otra...como ramas de árboles en llamas, como un bosque entero quemándose al paso del fuego. Sin sentidos o con todos ellos. Un instante puesto en el asador del que sacar las cicatrices candentes....todo se redujo a cenizas.

Sobraron palabras, faltaron miradas. Se abdujeron los eternos minutos que pasaron como siglos en la decadencia de nosotros mismos empujados al sinsentido y la lujuria. Nos dominaron las ganas, nos olvidamos de los por qués. Latían al unísono nuestras manos, los cuerpos dejados llevar hacia el destino de abrasarse y consumirse, porque sólo la pasión descontrolada destruye lo que toca...jamás vuelve a nacer nada bonito, ya nunca crecerá de ahí nada valioso.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Un duelo.


Enterrar un sentimiento fuerte, grande, poderoso, necesario y mútuo no es ni será nunca fácil, pero no imposible.

"La muerte nos cubre con su fúnebre crespón negro, de soledad y oscuridad. Dejarte de amar es matar, es morir".


Fase de evitación. Es un golpe muy duro, imposible de asimilar. Camino a ciegas en un estado de impotencia indescriptible.


Fase de negación. No puede ser que esto me esté pasando a mí. Creo que no me lo merezco. No puedo vivir sin tí.


Fase de dolor. Me cuesta respirar y me despierto sobresaltada. Me duele el pecho y tengo un nudo en la garganta. Me siento morir.


Fase de ausencia. Te echo de menos, ojalá todo fuera como antes. Me gustaría que estuvieras aquí o al menos, saber cómo estás.



Fase de aceptación y de perdón. Era lo mejor, lo que tenía que pasar. Estamos mejor así. ¿Podremos ser amigos?



Fase de apertura. Me siento nueva, libre y preparada para amar.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Días de sol, eclipses y noches de luna nueva.


Ésta es tu última entrada. El último resquicio de mí que voy a dedicarte porque voy a esconderte en el rincón más profundo de mí, para que cuando te busque no pueda encontrarte. Para que la desesperación sea lo que encuentre mi mente insomne en las noches de luna nueva.
Mis lecciones de vida no me sirven, te lo voy contar a regañadientes con mi cerebro, sólo con estrofas cortas que nunca he sabido rimar bien y que no suenan como tus canciones raperas a las que me estaba acostumbrando. Porque hacerce a lo bueno es tan fácil y olvidar es tan imposible.

Me sentí como un puntito pequeño entrando por unas puertas grandes, en silencio y con la luz apagada para no despertar las ansias que tú gritabas a voces. Me lo pedías desesperadamente y yo me fijé en que me necesitabas. Me sorprendí deseándote tanto como tú a mí y ya no hubo remedio. Sólo tuviste que mirarme a los ojos y tocarme la mano. Me subí a tu sombra con mis pies descalzos, de puntillas para no sentir que ya eras una espinita clavada en mi alma...una razón por la que despertar, vivir y soñar...una habitación nueva donde podía ser mi yo más puro y sincero y un alivio a la tensión de mis inquietudes mundanas.
Nadie me lanzó un salvavidas, nadie me enseñó a nadar por tus ocupadas aguas...y yo hundía mis ganas en la pena, lanzaba señales de socorro mientras ahogaba mis sentidos, perdida en tus ojos, vencida en tus brazos de eclipse...irremediablementey para siempre.

Me sentí como un reflejo roto en las aguas de tu vida, una cosita efímera e insignificante...un pedacito de amor que no hacía mella en ti. Vagué durante horas entre las paredes de tu habitación macerando una ilusión sin sentido, esperándote y anhelándote.....a cabezazos contra tus muros para inclinar tu balanza sobre mí...y ni maneras. Mis lágrimas se diluyeron entre tus tormentas. Ya no me buscabas, ya no me pedías, ya no era yo. Nunca fui yo. Me marché con esa sensación de estupidez que sólo tú me has enseñado, ese escepticismo demoledor y ronronero que intuyo como mil penas sobre una.
Quise abrazarte y no soltarte, quise ser un tercio de tus sueños, quise ser, quise ser....quiser....quiser...quiser...quiero ser.

Perdí mi norte, y ahora, ningún faro significará lo mismo para mí. Ahora busco el que me lleva a tus orillas. Busco el que nos vió juntos por primera vez.
En un sobrecito cabe esta historia y sigue sobrando espacio. Pero mi amor no se puede guardar y te estará esperando a que dejes de ser un cobarde, a que te atrevas a rescatarme. Yo me encargaré de llevarte hacia las estrellas.

Escuché: "Siento" de Zenit. [...] si quieres tenerme.... sólo grita mi nombre [...] (Lo gritaría)



miércoles, 19 de septiembre de 2012

Desahogo.

Este es el desahogo que me produce escribir las inviables metas que me propuse, porque ahora sé que la fe no mueve las montañas como algunos dicen. Que es la pescadilla que se mueve la cola de mis horas insomnes, la marca que a sangre y fuego se debe grabar en mí...que no se hizo la miel para la boca del asno (entiéndase que el asno soy yo).
Y porque es esta larga vida la que nos encuentra a nuestro paso, porque las historias se reescriben a pesar de los años...y no nos puede faltar la verdad en las sombras. Tú fusite y ya no eres. Tú eres y siempre serás. Tú nunca serás y en los caminos nos cruzaremos.

Éstas son mis líneas, lee entre ellas si sabes. Este es mi mundo, quédate si puedes.

¿Alguna vez te preguntaste dónde va el amor cuando muere?

Ésta es la bondad de unos ojos tristes encapuchados, desertores de la miseria y la desdicha. Se aferran al momento que una vez...por un segundo...sintieron la vida y anhelaron sentirla. Un minuto de paz para ellos porque se apagaron. Un minuto de silencio porque se hundieron sin saber cómo salir a flote. Un rosario porque se mueren.
Que es la abrumadora realidad la que me hace frente, retándome y venciéndome...que es la triste hora la que asoma y retira de un plumazo una fe que se dispara hacia las montañas, como un misil que arrasa y que procede de ultramar. Y no tiene pérdida, va directo a mí.

Éste es mi destino, afróntalo si sabes. Esta es mi capacidad, asúmela si puedes.

¿Irá el amor en busca de cobijo? Sé que morimos cuando el amor muere. Yo te hablo muerta por dentro.

Ésta es la decisión de trenes y paradas...y de vías en sentido opuesto...de luchas perdidas, de batallas no luchadas...por una conquista y por un reino, por un sueño que de nada vale...que ya lo dijo el sabio, no está hecha la miel para la boca del asno.

Escuché: "Love is dead" de Tokio Hotel

Otra vez.


Otra vez no. Otra vez con mi cara al descubierto y posando las manos sobre un corazón racional. Otra vez no. Otra vez me hiciste llorar.

De otra manera, habiendo probado la carne de la debilidad, me siento frágil y rota, abatida por una estupidez que siento que ahora es propia de mí. ¿Por qué enamorarme de quién se enamora de mí?
¿Por qué renunciar a mis principios si sé lo que me puedes dar? Otra vez no, por favor.

De nuevo me veo al borde del abismo y caminando a ciegas, sobre un hilo que cuelga de tus ojos, porque pendo de una rama seca y sin raíz, porque los sueños no son sueños si con la justicia se destruyen...porque amar es parte de mí y no se puede borrar. Otra vez me hiciste llorar.

Porque otra vez me siento desahuciada y sin dueño, me agarro a lo que tengo, a lo que me ofreces. Me atengo a lo que tenga que pasar, a lo que tenga que sufrir, pero tú....me has puesto del revés aún sabiendo que no sabría sostenerme después. Otra vez me has roto, pero no te lo mostraré.

Qué ironía que una mentira me haga feliz.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Amanece, que no es poco.


"Amanece, que no es poco"

Hemos amanecido hoy a la par el día y yo. La sensación de desasosiego ha desaparecido después de una semana acompañándome. Me noto adormilada y tranquila...el insomnio aún no me da tregua. El corazón bombea a su ritmo normal y el pecho no arde en un nudo que no me deja respirar como días atrás. Sin abrir los ojos pienso en tí y en lo que ha pasado. Evito la mecánica de días atrás, he aprendido que el dolor se cura cuando ya no importa el agravio. Aún duele. Pero el ánimo y la cordura me arrastran hoy para llevarme a su terreno y me he sorprendido sonriendo levemente, he comprendido que quizás tú estés peor que yo y que quizás ya no tenga tantos motivos para odiarte. La luna la empujaste fuera de tus noches.

Abro primero el ojo izquierdo. Estoy tumbada hacia el lado de la ventana. Nunca tuvo persiana, y entra el rayito de sol que estaba esperando...amanece, que no es poco. Gracias a la vida por nuevas oportunidades, gracias a la adversidad por hacerme más fuerte y gracias al amor por hacerme perdonar por dentro lo que por fuera aún me cuesta reconocer. Que te quiero incondicionalmente.
La realidad es la que nos pertenece y a ella hemos llegado por unos derroteros erróneos...quizás en otro lugar o en otro momento podamos acompañarnos en el camino, quizás la vida nos reserva un instante para nosotros...pero no es en este amanecer. Sigo mirando adelante a pesar de ver tu vacío.
Jamás he renunciado a mis sueños y mis metas...me queda recorrido. No renuncies tú tampoco. El perdón llama a tu puerta, ábrela.

lunes, 3 de septiembre de 2012

La noche de los sueños rotos.


Nunca debí tirar de la cuerda de los deseos pues mi radar me decía que acabaría rompiéndose.

Siempre he sido capaz de ver una sonrisa donde no la hay. Supongo que era por mi naturaleza positiva.  Nada real.  

Estos últimos días he visto cómo llovía en la calle...y he pensado que este aguacero sólo traerá desdicha. Y eso lo he visto claro, como cuando veo en los telediarios las noticias de guerras y crisis.
 La lluvia limpia y ayuda...pero también inunda y arrasa. Todo en exceso no es bueno. He cogido la costumbre de pararme a escucharla, adivinar qué dice entre gota y gota...en incontables chasquisos de húmeda esencia...y sé que me dice cosas que aún no logro entender. Quizás diga que espere, quizás diga que huya o quizás no diga nada y yo sólo me invento eso para pasar el rato aburrido mirando tras la ventana. No deja de ser agua cayendo tras mis cristales.
Pero es el elemento que me define y creo que me purifica. Al menos me quita peso y me desahoga.
Esta noche llueve, pero no en la calle. La tormenta ha llegado al borde de los sueños rotos...sueños de vida feliz y y plena, de descanso sin insomnios y de amores indómitos. Yo los he roto. Porque sí, porque ya no soy capaz de ver sonrisas en las caras de nadie, porque ya no creo en las palabras de las bocas de esas caras y porque no concibo un amor que no sea sacrificado o que no sea capaz de mover montañas. Es así. Así lo aprendí. Y ahora me siento libre, siento que he obrado bien.
La lluvia me moja pero no me cala, me bautiza y me devuelve al mundo, al mundo de telediarios y miserias, a la realidad permanente que, por mucho que yo me resista, no deja que me arranque los pies del suelo. La noche de los sueños rotos será la que borre de mi calendario de promesas incumplidas. Sin más desvelos, sin más dolor y sin más recelos. Viva de nuevo y lista para empezar. Siento que no he desperdiciado ni una gota. Pienso que las cosas pasan por algo...les doy un sentido.

Siempre me han gustado los días de otoño con olor a tierra mojada, brezo y leña recién cortada. Bienvenido septiembre. Adiós al pasado.


viernes, 31 de agosto de 2012

Arráncame la piel a tiras...


Un día triste como otro cualquiera, un día del calendario para dejar pasar porque vivirlo es morirlo en todas sus horas, con todos sus minutos y todas sus angustias. Amanece el corazón herido si haber dormido, enjuagado mil veces en una ducha de autorreproches, castigado con culpas...tremendo olvidado en las noches de lunas e incendios...ahogado en el llanto seco del nerviosismo y la agonía.

Un beso enrome a los que se guardan de sufrir, a los valientes tras un respaldo, a los que se miran tras el espejo, a los que sufren con sus sinsentidos...un abrazo para no caeros, un apoyo para no frenaros.

Quizás pasaste por mi lado hace años, y como dice la canción, no te supe ver.

sábado, 25 de agosto de 2012

Luchemos contra el cáncer.

Mi principito y yo nos subíamos a las ramas de aquel árbol. Teníamos las rodillas magulladas y el alma imbatible. Alcanzábamos la copa más alta como si fuéramos héroes medievales y luchábamos a punta de fecha y espada roma. Bajábamos los acantilados como fierecillas en guerra, despojados de maldad y con ansias de más vida. Recorríamos las colinas a golpe de viento, nuestras piernas eran cometas danzando en la hierba. Nuestra fe nos decía que podíamos con todo. Nuestra dicha aplacaba el más cobarde de los miedos.

Mi principito agarraba el cielo con las manos, se revolcaba con el sol y las nubes...y yo le seguía a todas partes porque sentía que mi vida siempre iba con él.

Mi principito un día enfermó, haciendo de la cama su mejor hogar. Eso mejor que abandonarse a la suerte de los tristes valientes. Su carita ya no era la misma, las ojeras se la comían como un día largo sin pan. Su cabeza enmudeció su rubio y arrastró consigo las mil batallas del bosque. Los semblantes abrumados por las fuerzas de orden mayor y la pena enmascaradas en falsas sonrisas rodeaban aquella casa. Mi principito se moría.

Pero yo quise darle todo, mis fuerzas, mi vida, mi amor...para que volviera a saltar esos muros que franquean los ánimos y los dejan del otro lado, para que renaciera en el lecho en el que se había postrado y que yo creía que era una cárcel para sus alas y sus ganas de volar.

Pensaba que servía todo, deseaba que sirviera. Y con ello no dejaba de contarle las cosas que ya no hacía y que inventaba en un momento de dulzura y rabía amalgamadas, suspirando a escondidas los troncos de la alameda que ya no conquistábamos, por quererlo y cuidarlo. Por ser parte de su mundo de llanto y hacerlo más llevadero, más superfluo y llenar de pájaros un espíritu rendido ante el cáncer, lleno de paz y quietud a la vez. Mi principito era tan valiente y orgulloso, que no le temía a nada. Y yo me moría de miedo. Por perderlo, por olvidarlo, por sentirme vacía en un mundo lleno de gente.

Mi principito no está hoy conmigo, se fue, voló. Surcó los aires con los millones de pájaros que yo le había regalado y mi miedo desapareció. Porque no lo he olvidado, porque viene conmigo siempre y se sube a los árboles igual que yo. Juego con su rubio cabello y a mil contiendas a punta de fecha y espada roma...sus rodillas están más magulladas que nunca. Sus ojos verdes vuelven a brillar, porque los hice míos y míos son.
Mi principito es hoy el rey de todas las colinas que conozco y se pasea conmigo en los ratos de nubes y sol de los días de primavera.

Te quiero principito, por siempre.

lunes, 20 de agosto de 2012

Simplicidades.


Hay quien por simplicidad se quita la venda y ahoga sus ojos con la luz de las verdades a medias. Hay quien prefiere seguir caminado a tientas por las líneas de las penas. Yo quiero acomodarme en tus rincones de niño travieso. Yo ya no imagino mis pies sin pisar tu arena, yo no concibo una voz que no sea la tuya, diciéndome pequeña mía.

Hay quien por simplicidad se busca en sus laberintos, amansa sus aguas y cuelga las botas de un clavo en la pared. Anda sus pasos y regresa a su ser. Yo me agacho y me hago un ovillo, recuerdo nuestras canciones y lamento no haberte hecho caso antes...me hubiera dejado llevar porque la tormenta ya me había arrastrado a tus orillas. Yo ya no pienso en vidas paralelas ni sombras rondándome. Acudo a ti porque tu voz sigue llamándome preciosa.

Hay quien por simplicidad arroja al abismo los logros, los sueños, las metas...hay quien quiere vivir arrastrándose, muriéndose. Prefiero mil veces el peso de lluvia mojando mi terrenal cuerpo sin tener que caerme, demostrándo que sé, que soy, que vivo, que quiero, que anhelo, que amo tu voz susurrando princesa.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Así nació The Pink Pomelo!



Cuando era pequeña no podía dejar de mirar a mí madre haciendo sus tareas. Siempre andaba preguntando aquí y allá, colgada de sus faldas. Ella no paraba de hacer cosas y yo deseaba participar en todas ellas. Aprender observando, empezar probando con cosas sencillas y bajo supervisión materna y al final, soltarme yo sola y comenzar mis propios trabajos. Hablo sin duda de la costura.


Aquélla época entre telas y máquinas de coser marcó un antes y un después. Yo rondaba los 11 años y nacía en mí una bonita relación de amor-odio con la costura, debido a que mi nerviosismo no me dejaba hacer las cosas bien. Acababa ofuscándome y dejando a medias la mayoría de las cosas. La paciencia nunca fue una virtud...hoy día la sigo buscando en muchos aspectos de mi vida.


​ El caso es que perfectamente podía realizar un conjunto de ropita para un muñeco, bordar, hacer crochet, punto a dos agujas, coger dobladillos, arreglarme la ropa...cosas que amigas mías o compañeras de clase no sabían, ni siquiera coser un botón. Eso me llenaba de orgullo y a la vez de vergüenza, porque ellas se hubieran burlado de mí de haberlo sabido. Entonces se convirtió en mi gran secreto, el que compartía con mi madre.

Llegó el momento de ir al instituto y ya con 13 años dejé un poco de lado todo el tema de la costura y los trabajos manuales. Por suerte o por desgracia, me tocó estar interna de lunes a viernes en una residencia de estudiantes y el tiempo lo dedicaba a otros menesteres. De vez en cuando, y ayudada por mi hermano, confeccionaba pequeños trabajos: regalitos para cumpleaños, para el día del padre, juegos inventados...los fines de semana los pasábamos entretenidos.
Pasaron los años y ya mis preocupaciones eran otras...aprobar selectividad y estudiar una carrera. Llegó a mi vida el apasionante mundo de la biología, esa preciosa carrera que al acabarla ha dejado en mí un sabor agridulce. Si bien la estudié por vocación sabiendo que las salidas profesionales son escasas. Pero era mi sino...y lo que yo quería por encima de los deseos de mi padre, que me instaba a estudiar otra cosa.

Hace dos años surgió de nuevo en mí ese deseo incontrolado de hacer algo con mi tiempo libre, algo que me llenara y me hiciera sentir satisfecha. Mi madre me regaló entonces una máquina de coser de los años 80 que había sido suya. Le había costado tantos esfuerzos comprarla que yo sentía que era un tesoro entre mis manos. No lo dudé...era ese empujoncito que estaba esperando, una amalgama de sensaciones encontradas de nuevo. Ésta vez le echaría paciencia, seguro.

Y así es cómo comenzó esta historia de tiempos pasados unida a las modernidades de hoy en día...crear un blog, una página web, darse a conocer en foros, añadirse a los motores de búqueda por internet...The Pink Pomelo! es la culminación de muchos blogs y muchas participaciones por los rincones del ciberespacio.
Nació la forma que tengo de dar a conocer mi mundo y mis trabajos, de enseñar lo que sé a gente que no ha podido aprender, que no ha tenido la oportunidad de que alguien les enseñe. Yo tuve y tengo a mi madre, fiel a mis necesidades y preguntas, fan de mis proyectos e incansable apoyo cuando me atasco.
El nombre: The Pink Pomelo! es una mezcla de inglés y español que denota cómo me siento en estos momentos de mi vida: Pink (rosa) hace referencia a mi color favorito, el color que me gusta que sea la vida...y Pomelo es una fruta ácida y fuerte, tal y como yo me considero (sin ser pretensiosa).